La gestión eficiente de la logística interna y externa es clave para el éxito empresarial.
Ambas logísticas juegan un papel protagonista en la cadena de valor, asegurando una experiencia satisfactoria para el cliente, reduciendo los costes y aumentando el margen de beneficio.
Aquellos negocios capaces de analizar su logística de manera minuciosa podrán identificar los procesos esenciales que conforman su operativa y optimizarlos.
Sin embargo, debido a la complejidad de los negocios online, cada vez es más difícil diferenciar la logística interna de la externa.
Continúa leyendo para entender mejor este concepto y aplicarlo en tu negocio.
Qué es la logística interna
La logística interna es el flujo de procesos encargados de gestionar y transportar materias primas, productos o información dentro de la propia empresa.
Digamos que es la responsable de sincronizar los recursos para que la compañía pueda funcionar internamente y de manera eficiente.
Entre las funciones esenciales encontramos la gestión del aprovisionamiento, el control del inventario, la planificación y todo lo relacionado con la preparación del pedido.
Una mejora de la logística interna agilizará la colaboración entre departamentos, reducirá gastos y optimizará las condiciones de trabajo de los empleados.
Además, cabe destacar que muchos negocios pueden externalizar parte de su logística a través de la logística 3PL.
Qué es la logística externa
La logística externa, por el contrario, administra procesos ajenos a la propia empresa. Suele estar muy relacionada con el transporte de la mercancía al cliente final.
En general, se trata de garantizar que los productos lleguen al lugar correcto en el momento y condiciones adecuados.
La logística externa también implica la gestión de los flujos de información financiera asociados con el movimiento de bienes y servicios.
En pocas palabras, podríamos categorizar la logística externa aquella que necesita de otros proveedores para poder ser llevada a cabo.
La suma de la logística interna y externa abarca todo lo relacionado con la cadena de suministro: desde la planificación y la coordinación, hasta la ejecución y el control de las expectativas del cliente.
Ejemplos o procesos de logística interna y externa
Los siguientes ejemplos te ayudarán a diferenciar la logística interna de la externa:
Ejemplos de logística interna
- Determinar la estrategia de aprovisionamiento de la mercancía
- El picking o recogida de los artículo a través del almacén
- Los controles internos de calidad de los productos a la venta
- La Impresión y etiquetado de los documentos de pedido
- El packing o empaquetado del pedido para su posterior envío
- El proceso de carga de los paquetes en los vehículos de transporte
Ejemplos de logística externa
- El proceso comunicativo con las empresas externas de transporte
- El envío de mensajes de pedido al cliente final
- El diseño de una estrategia de transporte con varios proveedores
- La gestión del soporte técnico y la atención al cliente
- La gestión de aduanas y trámites de exportación e importación
- La planificación de las entregas y su ejecución final
- La gestión de los cambios o devoluciones
Factores clave de una logística interna y externa eficiente
Como habrás podido ver, la logística interna y externa tiene un gran valor para las empresas, por lo que su optimización es casi una obligación. Algunos consejos:
1. Planificar el flujo de trabajo de la logística interna y externa
Para optimizar la logística interna es necesario tener en cuenta la externa, y viceversa. Deben alinearse todas las actividades de la organización y garantizar una ejecución fluida en la que no interfieran unos procesos con otros. Esto puede variar dependiendo del tipo de empresa que tengas, su envergadura o la cantidad de envíos.
2. Lograr un equilibrio entre costes y satisfacción de cliente
Una de las principales razones por las que una empresa decide optimizar su logística es proporcionar al cliente un servicio satisfactorio.
Sin embargo, pese a que es importante aportar valor a la experiencia de cliente, debemos buscar un equilibrio con el coste que supone. Si el gasto es demasiado elevado, no podremos mantener un servicio de calidad ininterrumpidamente.
Para lograr dicho equilibrio, debemos anteponer la optimización de aquellos campos que tienen impacto directo en el cliente, como es la trazabilidad del envío, el proceso de devolución o la gestión de los pedidos.
3. Llevar un control minuciosos del stock disponible
Otro aspecto clave para optimizar la logística interna y externa es controlar las unidades disponibles en el inventario. Esta información debe ser precisa, fiable y accesible desde todas las áreas que lo necesiten.
Si no controlamos el número de referencias, podremos caer en un desabastecimiento y perder ventas por una rotura de stock.
Una información imprecisa también puede afectar a nuestra previsión de la demanda y que diseñemos una estrategia de re-aprovisionamiento inadecuada.
4. Automatizar los procesos del almacén logístico
El picking y el packing son las dos actividades que más recursos absorben dentro de un almacén logístico.
Y no solo esto, además condicionan los ritmos de trabajo internos: si el proceso es lento, muchos otros servicios también lo serán.
La automatización del almacén no solo resta complejidad a los procesos de picking y packing, también mejora la comunicación interna y minimiza los errores derivados de una gestión manual.
5. Mantener una comunicación fluída y precisa
La sincronización entre los agentes internos y externos de la empresa tiene un impacto directo en la eficiencia logística.
Si no contamos con un sistema de comunicación fluido, por ejemplo con los transportistas, será muy difícil resolver cualquier problema durante el proceso de entrega.
Igual ocurre entre las áreas internas de las empresa, todas deben estar conectadas para asegurar una comunicación efectiva.
6. Medición, monitorización y análisis
Realizar controles periódicos de las operaciones de logística interna y externa permite determinar su rendimiento, monitorizar los costes e identificar qué procesos requieren un reajuste.
Saber interpretar este tipo de información es esencial para detectar puntos críticos, optimizar la toma de decisiones, encontrar ángulos de mejora y realizar previsiones mucho más certeras.
El impacto tecnológico de la logística y su rentabilidad
Coordinar la logística interna y externa puede llegar a ser todo un reto para muchas empresas.
Debido a la hiperconectividad que requiere el comercio actual, es relativamente fácil que un único agente ineficiente acabe afectando a toda la cadena de valor.
Sin embargo, los avances en materia tecnológica ofrecen un entorno de trabajo mucho más favorable, permitiendo a las empresas mejorar su desempeño logístico, tanto a nivel interno como externo.
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Conclusión
La logística interna y externa son una pieza esencial para la rentabilidad y los ingresos de cualquier empresa. Optimizarlas no solo hace el trabajo más eficiente, sino que reduce los errores operativos y favorece el retorno de la inversión en el resto de departamentos.
Sin embargo, pese a su importancia, sincronizar todos los procesos requiere conocimientos, recursos y tiempo.
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